Entrevista a Enric Collell, director general de Barcelonesa Global Chemical Solutions

Entrevista a Enric Collell, director general de Barcelonesa Global Chemical Solutions

“Sin ninguna duda, AECQ es un partner fundamental para nuestro Grupo, desde todos los puntos de vista.”

 “Hemos advertido del advenimiento de un nuevo paradigma: el mundo digital. Por ello, nuestros esfuerzos económicos y humanos también incluyen la transformación digital del Grupo.”

 

 

¿A qué se dedica tu empresa, dónde está ubicada y dónde presta servicio?

Barcelonesa es hoy en día, en realidad, un grupo empresarial orientado a proporcionar el mayor valor añadido posible a cualquier actividad industrial o profesional. El grupo realiza dos grandes tipos de actividad: la logística especializada en productos químicos clasificados que da servicio a clientes con actividad en España y la distribución químico-alimentaria, dando servicio de forma prioritaria en España, Portugal, Francia, Italia y los países del Magreb. La actividad de distribución en nuestro caso ya no solo consiste en comprar, almacenar y vender, sino que proporcionamos un amplio abanico de servicios: formulamos y envasamos para terceros a medida, proporcionamos asesoramiento técnico, gestión de inventarios, almacenamiento en zona franca…  Además, estamos desarrollando de forma creciente la producción de especialidades con tecnología propia para distintos sectores industriales. En este caso, nuestro mercado es todo el mundo.  La sede central del Grupo está en Cornellà, Barcelona. Disponemos de centros productivos en Cornellà, Parets, Polinyà y Murcia y almacenes en Sevilla, Porto (Portugal), Fos Sur Mer (Francia), y Alger (Argelia). La suma de todo ello ocupa una superficie de unos 70.000 m².

 

¿Cuánto tiempo lleva funcionando tu negocio? ¿Qué evolución ha tenido desde su fundación hasta hoy?

La empresa se fundó en 1942 por lo que estamos a punto de cumplir los 80 años de vida. Barcelonesa empezó de forma muy humilde en un local de 100 m² en el centro de Barcelona para dar servicio a las pequeñas industrias y talleres que en aquella época estaban activos en la misma Barcelona urbana. Comprábamos a los productores locales. Era una situación caracterizada por la escasez de cualquier producto, la clave era poder comprar. Hasta 1977 la empresa prosperó orgánicamente poco a poco, siempre centrada en el mercado local. En 1977 absorbió a otro distribuidor mayor, Canals & Llaudís, por falta de sucesión de sus propietarios. Estaban especializados en grandes graneles de químicos básicos inorgánicos para el mercado catalán. La empresa siguió creciendo durante los siguientes años a pesar de la durísima competencia que se creó en los años 80 al nacer innumerables empresas de distribución en Cataluña y que empezaron a actuar muy agresivamente. La mayoría de estas empresas ya no existen en la actualidad porque han sido absorbidas o cerradas. Un factor que nos ayudó a crecer en esta época fue la fuerte apuesta por la internacionalización de nuestras compras: buscando y encontrando nuevas representadas en cualquier parte del mundo para mejorar nuestra competitividad. A primeros del nuevo siglo, vimos que se estaba produciendo un cambio de paradigma: el advenimiento de la era de internet y de la globalización. Para adaptarnos, decidimos trabajar en dos grandes ejes: la internacionalización y la especialización de nuestras actividades. Si nos quedábamos solo en Cataluña desapareceríamos, el mercado del futuro es todo el mundo. En 2020, el 25% de nuestras ventas ya se dieron fuera de España y con muy buenas prespectivas de crecimiento. Solo podíamos subsistir si éramos capaces de generar propuestas de más valor añadido que los productos básicos de toda la vida. En 2020 solo el 50% de nuestras ventas son productos básicos (commodities). Además, en 2005, tuvimos la oportunidad de invertir en la compra de un distribuidor especializado en química orgánica, Euronitro, y un almacén especializado en servicio a terceros en químicos peligrosos, Barnastock. La crisis de 2008 fue un contratiempo para nuestros planes, pero lo superamos aprendiendo algunas importantes lecciones que ahora estamos aplicando. Actualmente, hemos advertido del advenimiento de un nuevo paradigma: el mundo digital. Por ello, nuestros esfuerzos económicos y humanos también incluyen la transformación digital del Grupo.

 

¿Cómo es el equipo humano de tu empresa? ¿Quién lo compone?

Grupo Barcelonesa está formado por un gran colectivo de más de 300 profesionales. Podemos decir con orgullo que trabajamos personas de muchos países: españoles, portugueses, franceses, marroquíes, argelinos, chinos, uruguayos y peruanos. Sin ninguna duda, la principal razón por la que Barcelonesa se encuentra hoy en una dinámica ganadora es por la riqueza humana y el compromiso personal que tienen estas personas con el Grupo.

 

¿Cómo ves la situación actual del sector de la distribución química en España? ¿Qué perspectivas tiene tu empresa para los próximos meses?

La situación del sector la vemos desde diferentes puntos de vista. Por un lado, debemos subrayar la enorme capacidad de supervivencia del sector delante de las dificultades externas a las que se ve sometido. Se vio en la crisis de 2008 y siguientes años y con la crisis de la Covid-19 en 2020. Sin embargo, existen dos factores que van a ir cambiando la fisonomía del sector en España y el resto de Europa. El primero de ellos es el inexorable proceso de concentración del sector debido a que los actores más grandes son cada vez más fuertes y buscan la expansión vía compras y también porque muchos distribuidores son en realidad negocios familiares. En el caso de que el líder y propietario del negocio llegue a la edad de jubilación (o fallecimiento en muchos casos, porque ¡trabajan hasta el final!) y no tengan sucesión, entonces venden el negocio. El segundo factor es el hecho que está llegando a la edad madura una nueva generación de personas que solo entenderán su actividad basada en entornos digitales, de dinámicas de trabajo flexibles y telemáticas y de soportes en inteligencia artificial. El distribuidor que no sea capaz de prepararse para este entorno, lo tendrá difícil para subsistir. Y esto significa invertir mucho dinero que debe salir de la generación orgánica de beneficios. En Grupo Barcelonesa, a pesar de nuestra modesta dimensión, estamos trabajando para lograr esta adaptación y nuestras perspectivas a corto, medio y largo plazo las vemos muy positivas.

 

¿En qué crees que ha cambiado tu empresa y su relación con el sector antes y después de ser asociado?

AECQ ha evolucionado extraordinariamente bien en los últimos años. Estuvo a punto de desaparecer y los recientes sucesivos presidentes y sus juntas apoyadas en su secretaría general, han conseguido de AECQ una asociación potente, altamente representativa y que está proporcionando ayuda real y muy diversa a sus asociados. Sin duda, con nuestra asociación a AECQ, nuestra mentalidad ha evolucionado hacia la búsqueda del intercambio de ideas, la mejora de las relaciones personales y la aportación de nuestras capacidades al colectivo para el bien común.

¿Qué labor crees que deben realizar entidades como la AECQ? ¿Cómo afectan a tu empresa?

Desde nuestro punto de vista, una asociación como AECQ, debe tener una mentalidad de servicio basado en los siguientes aspectos: una mentalidad abierta para dar cabida a cualquier iniciativa que venga de sus stakeholders, una dinámica de trabajo ágil y adaptativa, esforzarse en escuchar las necesidades de cada asociado para construir respuestas y servicios lo más individualizados posible sobre la base de los servicios básicos a todos los miembros y, finalmente, debe aprovechar sus fortalezas para ejercer de lobby en primera persona delante de las instituciones para defender los intereses de sus miembros. Sin ninguna duda, AECQ es un partner fundamental para nuestro Grupo, desde todos los puntos de vista.

 

Para más información:

Lourdes Luque – Secretaria General

Asociación Española del Comercio Químico (AECQ)

Viladomat 174, 08015 Barcelona

Tel: 93 205 28 31

aecq@aecq.es